miércoles, 17 de diciembre de 2014

Consulta de infertilidad: Para que la familia crezca feliz



Para Ana el sufrimiento se repetía mes tras mes. Cuando arribaban esos días quería que la tierra se la tragara; perdía los deseos de trabajar, de hablar, de reír. La llegada de su periodo menstrual le recordaba que esa vez tampoco había sido, que el bebé tan deseado no crecía en su interior y el tiempo avanzaba, ya no era una jovencita…

Solo se atrevía a comentarlo con las amigas más cercanas, ellas le aconsejaban ir al médico; pero Ana tenía miedo. ¿Y si le diagnosticaban algún problema sin solución? ¿Cómo decirle a Javier que tenía que hacerse análisis? Un día reunió el valor y se desahogó con él, le pidió que buscaran ayuda. Para su sorpresa le contestó: “mañana mismo vamos”. Ambos querían un hijo, sería un camino difícil pero necesario para que la familia creciera.
HISTORIAS QUE CONFLUYEN
En la consulta de infertilidad del Hospital Materno Provincial Julio Alfonso Medina, de Matanzas, confluyen historias disímiles pero todas con un punto en común: el deseo de superar padecimientos que impiden lograr un embarazo o llevarlo a término. Dayami, de 39 años y natural de Perico, refiere: “Hace dos años que me atiendo aquí; me hicieron la prueba del periodo menstrual, la laparoscopia, la destupición de las trompas. Yo me cuidaba porque tenía problemas personales y cuando quise tener un bebé presenté trastornos hormonales. Vine y, gracias a un tratamiento que me pusieron, logré tener estabilidad en el proceso de ovulación”. Afirma también que los beneficios de la atención se extienden más allá de lo físico pues la ayuda psicológica le ha sido muy útil.
Lisvenia González Viera, de 33 años y residente en Matanzas, relata su experiencia al tiempo que agradece la alternativa que la medicina cubana le ha dado: “Llevo cinco años atendiéndome. Ya me sometí a muchos exámenes,  pero es un proceso complejo y requiere paciencia. Después de varios análisis me operé de las trompas pues las tenía obstruidas por adherencias.  Ahora estoy esperando para ver si he evolucionado”.
Osvaldo González y Madelaine Lara son de Santa Cruz del Norte y, luego de cinco años de relación y de dos de intentar tener un hijo, decidieron asistir a la consulta. “Ya nos hemos realizado análisis y aguardamos los resultados. Creo que esta constituye una puerta abierta para quienes deseamos ser padres y no podemos”, explica ella, a lo que su esposo agrega que, aunque la atención es muy buena, “deben mejorarse las condiciones de los lugares para hacerse las pruebas; como por ejemplo el espermograma, no hay un sitio destinado para ello, y donde se realiza existen malas condiciones higiénicas”. 
DE CAUSAS Y SOLUCIONES
En Matanzas el porcentaje de parejas en edad fértil que visitan esta consulta resulta elevado. Al respecto explica Ángel Puig Vega, especialista de primer grado en Medicina General Integral y vicedirector de la institución, que “entre los factores que más provocan infertilidad en las mujeres se encuentra el tubárico (obstrucción de las trompas) debido a que recurrieron, durante la vida fértil, a abortos, legrados o dispositivos intrauterinos.
“La segunda causa radica en los trastornos ováricos. En relación con ello se aprobó por resolución que la mujer menor de 42 años que no logre ovular a pesar de múltiples tratamientos puede someterse a la ovo donación (donación de óvulos). Ello brinda otra oportunidad a quienes presentan la reserva ovárica comprometida. Años atrás la que no tenía trompas o las poseía obstruidas no contaba con posibilidades de quedar embarazada.”  
Enfatiza el especialista que en el país existe una red nacional de consulta de infertilidad, rectorada en La Habana, donde se especifica y valora cada caso. A nivel municipal se creó una similar que remite al Hospital Materno donde radica la Consulta de Infertilidad Provincial; esta constituye el nivel secundario y la atienden tres doctores que clasifican los casos atendiendo a los antecedentes. Si allí no tienen solución se remiten al Hospital Gineco – Obstétrico Ramón González Coro.
Sin dudas, esta resulta una opción valiosa para muchas familias que buscan tener hijos y precisan de apoyo médico en ese proceso. Lograr una atención cada vez más integral, que haga sentir cómodos a los pacientes y alcance altos índices de efectividad, debe ser la meta.

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